Con todos los cambios y avances que ha tenido el sector de la construcción en los últimos años, se ha vuelto indispensable en cada proyecto la capacidad de adaptación, así como la reducción de tiempos, la cual responde a las necesidades actuales en la edificación masiva. Una de las tendencias que responde a esta necesidad actual es la construcción prefabricada, también conocida como construcción modular, la cual ha sido identificada por expertos como uno de los principales impulsores de crecimiento para esta industria.
Esta innovación utiliza módulos construidos en una fábrica, en condiciones controladas y con los mismos estándares que en una construcción tradicional, sin embargo, tiene la capacidad de reducir notablemente los tiempos de construcción. Adicionalmente, al estar cada módulo desarrollado de manera que soporte su transportación, estructuralmente, los edificios modulares son considerablemente más resistentes que las construcciones tradicionales. La construcción modular ha llegado a facilitar diseños y desarrollos sostenibles, que reducen altamente el impacto ambiental de su construcción.
¿Cómo se utiliza?
Los módulos pueden ser ensamblados de cualquier forma con unidades instadas, ya sea una junto a otra, o apilarse. Estos módulos ya vienen precableados para las instalaciones eléctricas y equipados para servicios como ventilación, plomería, y acabados internos.
Algunos de los beneficios de este proceso:
– No causa ruido o contaminación en el lugar de trabajo
– Evita que las condiciones climáticas y ambientales se vuelvan un obstáculo
– Optimiza el tiempo de construcción, reduciendo a la mitad los tiempos de la construcción convencional
– Garantiza un mayor control en tiempos de entrega y permite permanecer dentro de presupuesto
– Asumen una mayor posibilidad de expansión y renovación para nuevos usos en el futuro
– Minimiza la cantidad de mano de obra